- Baches: Los baches son altamente peligrosos para las llantas, ya que dependiendo de la profundidad, forma y tipo de superficie pueden dañarlas seriamente, inclusive romperlas y provocar su estallido en pleno movimiento. Además de una rotura, también pueden ocasionar abolladuras, grietas y desgaste irregular en la banda de rodadura. También suelen desalinear y desbalancear al vehículo. El experto de Laufenn indica que lo más aconsejable para sortear los baches es conducir a velocidad moderada para tener el tiempo adecuado de reacción, respetar la distancia adecuada entre vehículos que es mínimo de 3 metros para frenar a tiempo en caso de ser necesario y reducir la velocidad al máximo cuando la lluvia sea intensa, ya que generalmente los baches son más difíciles de visualizar por el agua.
La calidad y estado de las llantas es crucial para garantizar un buen desempeño del vehículo, más aún en época de lluvias o frente a enemigos implacables que puedan dañarlas en cuestión de segundos. Por eso es importante, tener presente cuáles son estos enemigos y cómo enfrentarlos de manera efectiva para evitar accidentes de tránsito y garantizar mayor seguridad en las vías del Ecuador. “La adherencia al piso es fundamental cuando la calzada está mojada, por eso uno de los aspectos principales en esta época es contar con llantas con el menor desgaste posible”, recomienda Carlos Leal, experto de Laufenn.
Además del desgaste, existen otros enemigos importantes a los que todo conductor debe poner atención a la hora de conducir, y mucho más en lluvias:
- Llantas lisas: Cuando existe desgaste importante del material, llegando incluso a desaparecer el labrado. Este deterioro provoca que al momento de frenar, el conductor pierda el control del vehículo. Además, ocasiona falta de adherencia al piso, generando inestabilidad durante la conducción.
Adicionalmente, llevar las llantas lisas es motivo de sanción en Ecuador; el artículo 383 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece una pena de 5 a 15 días de privación de libertad y cinco puntos menos en la licencia de conducir en el caso de automóviles. Para el transporte público, la sanción es del doble de días y puntos.
Lo más recomendable en este caso es reemplazar la llanta por una nueva, y si no es posible, evitar en viajes largos o conducir en la lluvia.
- Baches: Los baches son altamente peligrosos para las llantas, ya que dependiendo de la profundidad, forma y tipo de superficie pueden dañarlas seriamente, inclusive romperlas y provocar su estallido en pleno movimiento. Además de una rotura, también pueden ocasionar abolladuras, grietas y desgaste irregular en la banda de rodadura. También suelen desalinear y desbalancear al vehículo. El experto de Laufenn indica que lo más aconsejable para sortear los baches es conducir a velocidad moderada para tener el tiempo adecuado de reacción, respetar la distancia adecuada entre vehículos que es mínimo de 3 metros para frenar a tiempo en caso de ser necesario y reducir la velocidad al máximo cuando la lluvia sea intensa, ya que generalmente los baches son más difíciles de visualizar por el agua.
- Sobrecarga: Este aspecto, generalmente suele pasar desapercibido, sin embargo influye directamente en el desempeño de las llantas, llegando a generar un desgaste prematuro e importante cuando existe sobrecarga. Esto debido a que ejercerá demasiada presión sobre las llantas, lo que además aumenta el riesgo de pinchazos o reventones.
- Para evitar problemas por este factor, lo más recomendable es verificar la capacidad de carga del vehículo para respetar el peso permitido.
- Conducir a alta velocidad: Conducir a altas velocidades puede aumentar el desgaste de las llantas, especialmente en carreteras con muchas curvas. Además, disminuye el tiempo de reacción frente a baches o obstáculos en la vía que podrían dañar las llantas.
- Falta de mantenimiento: Esto puede provocar desgastes, falta de aire y otros problemas más. Es importante revisar regularmente la presión de aire, la banda de rodadura y realizar rotaciones y balanceos.
- Presión incorrecta: La presión inadecuada de las llantas es uno de los principales factores que pueden dañarlas. Si las llantas no tienen suficiente aire, pueden sobrecalentarse y desgastarse más rápidamente, mientras que una presión excesiva puede causar un desgaste irregular y reducir la adherencia de la llanta al suelo.
- Objetos en la carretera: Los objetos en la carretera como clavos, vidrios y piedras pueden perforar la llanta, causando pinchazos y daños graves que requieren reparación o reemplazo.
“La calidad de un neumático es clave, ya que tiene un impacto directo en la seguridad, el rendimiento y la durabilidad del vehículo. Los neumáticos de baja calidad pueden tener un rendimiento deficiente en términos de adherencia a la carretera, frenado y manejo. Esto aumenta el riesgo de accidentes y pone en peligro la seguridad de los ocupantes del vehículo y de otros conductores en la carretera. Por lo tanto, es importante que los propietarios de vehículos opten por opciones que garanticen materiales de primera y tecnología de punta”, concluye Carlos Leal, experto de Laufenn.